La educación del siglo XXI es sensible a las necesidades individuales del alumnado. En la actualidad existe una conciencia social de respeto a las diferencias individuales que queda plasmada en las instituciones educativas. Las diferentes legislaciones recogen de manera prioritaria la necesidad de dar una respuesta educativa adecuada a las posibilidades y limitaciones particulares de cada uno de los estudiantes, poniendo un especial énfasis en aquel alumnado que presenta dificultades de aprendizaje. En esta tesitura, el Visual Thinking o pensamiento visual se erige como una herramienta idónea para tratar estas individualidades. El empleo de la imagen como un potenciador del aprendizaje tiene su principal fortaleza en concebir el dibujo o la ilustración como un idioma internacional superando las barreras idiomáticas. De la misma manera, es un enorme potenciador de la creatividad que permite expresar sentimientos y emociones para ser compartidas. En definitiva, el pensamiento visual...